16.3.17

Epifanía




[10.02.2017]

Había algo en la manera en la que todas esas luces resplandecían alumbrando una ciudad fantasma, dibujada en la pared; un algo en la música que sonaba y reverberaba en la habitación mientras observaba aquellas luciérnagas; un algo en los ojos de la chica que brillaban embelesados, porque creía haber encontrado un tesoro que creía perdido en recovecos olvidados de la Tierra y de la mente. Una frase, quizás, una necesidad, un párrafo construido sin ninguna intención en particular y al mismo tiempo totalmente a propósito. Eso era, una necesidad, un instinto básico que necesitaba ser cubierto, uno sin el cual no se asfixiaba pero sí respiraba de forma diferente. Resultaba interesante hallarlo en unas luces navideñas alumbrando a destiempo las sombras de una gran ciudad artificial. 

***

Me queda el consuelo, que solo en este tipo de estados soy capaz de recordar y contemplar, de que no importa lo que pase, siempre querré contar historias, aunque no encuentre mis palabras, soñaré con ellas, las pensaré e imaginaré, las construiré ladrillo a ladrillo en mi cabeza y crearé una bonita fortaleza poblada por personajes únicos y laberintos imposibles, estanterías de libros hasta el cielo y bibliotecas de almas, música que baila consigo misma y llora con el último compás, estrellas que prefieren sangrar luz y fuego antes que permanecer quietas toda su vida.

Hay cierta fuerza e intensidad en un momento de epifanía, cierta sensación de control, tan poderosa que podría arrasar galaxias enteras.


[11.01.2017]


Ayer por la noche volví a escribir, y juro que al salir a la calle esta mañana el aire era distinto.




Me estoy recuperando poco a poco y es un lujo. Con que pronto probablemente me volváis a tener en The Journal con otro tipo de textos y contenido, pero seguiré por aquí para no dejar de golpe la terapia. Espero que os gusten estas letras, las escribí a destiempo y como salieron. Pero es la magia de la escritura automática que, salga como salga, por lo menos escribres.

1 comentario:

  1. No podemos dejar de escribir porque cuando lo hacemos sentimos como nos falta una parte de nuestro ser, te entiendo perfectamente. Nunca dejes de escribir :)

    abrazos ( de oso )

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